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De combustibles fósiles a energías renovables: El camino hacia una sociedad sostenible

La cantidad de energía solar que llega a la Tierra es aproximadamente 10,000 veces mayor que el consumo total de energía de la humanidad, podemos aprovechar esta energía convirtiéndola en diferentes formas útiles.

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De combustibles fósiles a energías renovables:  El camino hacia una sociedad sostenible

¡Los seres humanos y las sociedades necesitan de energía para realizar todas sus actividades diarias!      

Utilizamos la energía para calentar agua, mantener nuestras casas a temperatura agradable, transportar personas y productos, producir bienes y alimentos, hacer funcionar nuestros dispositivos electrónicos como computadoras, tabletas y muchas cosas más. Básicamente, la energía determina la manera en cómo vivimos y cómo satisfacemos nuestras necesidades diarias.

La famosa frase que aprendemos en la escuela: “La energía no se crea ni se destruye, solo se transforma” nos enseña que podemos convertir la energía de una forma a otra para hacerla útil, por ejemplo, los motores eléctricos convierten la energía eléctrica en movimiento.      

La energía primaria proviene de recursos naturales como el carbón, el petróleo, la luz solar, el viento, el agua, las plantas, etc.; sin embargo, generalmente no utilizamos directamente esta energía primaria, sino que la convertimos en formas más útiles, como la electricidad o los combustibles derivados como la gasolina o el diésel.

Es interesante observar que los países más prósperos y tecnológicamente avanzados son aquellos que tienen mayor acceso y consumo de energía por persona, por ejemplo, una persona en Estados Unidos de Norteamérica utiliza cinco veces más energía que una persona en México. La electricidad es especialmente importante en nuestra sociedad moderna, la hemos utilizado durante más de 100 años y es fundamental para iluminar hogares, edificios y ciudades, para alimentar múltiples dispositivos tecnológicos, para el transporte, entre muchas otras aplicaciones; de hecho, el acceso a la electricidad determina en gran medida nuestro nivel de vida y comodidad.

Con el rápido crecimiento de la población mundial, la demanda de energía aumenta significativamente: Se estima que para el año 2040 habrá alrededor de 9 mil millones de personas en comparación con los 8 mil millones actuales; este incremento en la demanda de energía tiene importantes implicaciones económicas y medioambientales, como la contaminación y alteraciones climáticas entre otros problemas asociados.

Uno de los desafíos principales a los que nos enfrentamos es nuestra dependencia energética de los combustibles fósiles (fuentes energéticas no renovables), como el petróleo, el carbón y el gas; estos se formaron durante miles de millones de años y los estamos consumiendo a un ritmo acelerado. Por otro lado, las energías renovables se obtienen de fuentes naturales inagotables, como la energía hidroeléctrica, eólica (del viento) y solar. Estas fuentes renovables tienen el potencial de proporcionarnos energía de manera sostenible y mucho más amigable con el medio ambiente.           

Por ejemplo, la cantidad de energía solar que llega a la Tierra es aproximadamente 10,000 veces mayor que el consumo total de energía de la humanidad, podemos aprovechar esta energía convirtiéndola en diferentes formas útiles: mediante el uso de celdas solares, podemos convertir la energía solar directamente en electricidad; también podemos utilizar la energía solar para generar calor o para crear combustibles solares, el uso de la energía solar está cada vez más accesible.

En el futuro, se espera contar con tecnologías basadas en materiales híbridos (orgánico-inorgánicos), que ofrecen ventajas y aplicaciones complementarias a las celdas solares tradicionales basadas en silicio.

Las energías renovables son esenciales por varias razones, en primer lugar, nos ayudan a diversificar nuestras fuentes de energía, reduciendo nuestra dependencia de los combustibles fósiles y promoviendo la seguridad energética en cada país. Además, son más limpias y respetuosas con el medio ambiente, lo que contribuye a la lucha contra el cambio climático y mejora de la calidad del aire en todo el mundo.      

Por último, el desarrollo de las energías renovables impulsa la creación de empleos, fomenta la innovación y estimula el crecimiento económico sostenible. Es necesario alentar una revolución energética que haga que la energía renovable sea la opción más económica y accesible. Esto traerá prosperidad a nivel mundial, especialmente en los países en desarrollo.

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Imagen ilustrativa (Tomada de la web)

 

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