Las interrelaciones comerciales, económicas, financieras, geográficas y sociales de México con Estados Unidos tornan irracional intentar marchar al ritmo de otro tambor. Tanto el TLC como su sucesor, el T-MEC, reconocían esta ineludible realidad, estableciendo -comercialmente- un trato recíproco que facilita y estimula todas las otras relaciones. Haber intentado, como lo hizo el Mahoma Macuspano, sacar todas las ventajas del Tratado comercial sin asumir ninguna responsabilidad ha generado la situación en que se encuentra la actual Administración cuatroteísta: equiparable a la de un camión atorado en reversa. ¡Solo pa’trás le puede dar!
Para atrás en rectificar decisiones erradas, como la de cerrar la economía; como la de “abrazos, no balazos”, que acabó fomentando la violencia; como la de forzar el traslado del tráfico hacia el AIFA limitando artificialmente slots y operaciones en el AICM; cancelar Texcoco tirando a la basura dinero público por 330 mil millones de pesos; y fortalecer los monopolios gubernamentales Pemex y CFE a costa de la inversión privada, conduciendo esto a innumerables “rescates” del Gobierno federal que complican nuestras finanzas públicas. Nada ayudó tampoco la total militarización del País y la incursión de las Fuerzas Armadas en negocios y proyectos; adicionalmente, causó daño el macuspeño realizando expropiaciones a Iberdrola, a una planta norteamericana de materiales calizos en Quintana Roo, y la cancelación forzada en Mexicali de un proyecto de inversión de Constellation Brands, entre otras cosas.
Claro, el Gobierno sucesor continuó por el sendero errado y agregó lo propio: sometimiento del Legislativo, del Poder Judicial, del INE y desaparición de órganos autónomos.
Catorce mil empresas norteamericanas han protestado formalmente ante la Oficina del Representante Comercial de EU por el trato injusto y orientado a favorecer a las empresas gubernamentales, propiciado por un Gobierno excluyente, cerrado y autoritario, que insiste en deslizarse como tobogán en hielo hacia el desfiladero del desastre. Más vale que escuchen y atiendan estas quejas, que además de ser fundadas influyen en el futuro de las relaciones bilaterales, ya que el Gobierno norteamericano defenderá los intereses legítimos de sus empresas.
Por ello resulta insensato pretender apartarse de la economía moderna, de mercados abiertos y, en general, del “laissez faire” en materia económica y social. La prudencia y sensatez urgen a que adoptemos las mismas prácticas que nuestros principales socios comerciales y preponderantes vecinos. Nuestras economías son interdependientes, sinérgicas, complementarias y, por ello, resulta insensato -rayando en lo demencial- pretender operar internamente con diferentes reglas y parámetros ideológicos, que es lo que la infame 4T intenta, pretextando representar al pueblo y enarbolando conceptos convenencieros como la soberanía. Mismos que no enarbola, por ejemplo, frente a la amenaza institucional de los cárteles, que en no pocas zonas del País han reemplazado a las instituciones locales de Gobierno.
El mismo Secretario de Economía, M. Ebrard, ofreciendo para consumo de la opinión pública nacional, reveló esta semana cifras de gran capitán respecto al monto de la inversión extranjera directa en México. Si sus cifras son precisas -cientos de miles de millones de pesos- la única conclusión posible es que el futuro del País depende de la buena voluntad del capital extranjero. No podemos, siendo cuerdos y congruentes, encamionar a 14 mil de las empresas más importantes de Estados Unidos -pequeñas, medianas, grandes y grandísimas- armando un tramado económico interno cuasisocialista en el que el Gobierno se torna actor económico excluyendo al sector privado, nacional o extranjero, y además compitiendo contra él de manera desleal, pues emplea recursos públicos para desplazarlo y perjudicarlo.
Cerraremos con una nota positiva: excelente trabajo policial al haber detenido a medio centenar de sicarios al servicio del CJNG; muy mal hubiéramos lucido si sólo España detiene traficantes mexicanos -casualmente también del CJNG- operando en su territorio. Esperemos que no contemple por ello nuestro Gobierno exigirle otra disculpa al Gobierno español. Lo decimos porque creemos, ¡son capaces de esto y más!