EMPIEZA A HACERSE costumbre que en los eventos de Claudia Sheinbaum surjan protestas y quienes reclaman pueden encarar a la Presidenta sin que medie la intervención ni de su ayudantía o cualquier otro agente de seguridad.
PUEDE ARGUMENTARSE que “el pueblo la protege”, pero está claro que hay muchas comunidades donde el mando lo tienen grupos del crimen, que no necesariamente se guían por temas de la política tradicional.
NO ESTÁ por demás insistir que la seguridad de la Presidenta es un asunto de Estado que no tiene que ver con un tema de represión o violencia, sino simplemente de orden. Lo ocurrido ayer en un tramo del tren suburbano que conecta al AIFA no es un tema menor.
Los pobladores inconformes entraron a las vías y al andén sin encontrar resistencia.
Y EL TRAYECTO de Sheinbaum también quedó en riesgo. Claro que puede atender a inconformes. El punto es dónde está la estrategia de seguridad de una gira presidencial y dónde está el equipo de colaboradores. ¿O a poco no sabían que en las comunidades aledañas al AIFA sigue la inconformidad por las promesas incumplidas?
HASTA AHORA funcionarios del gobierno federal comenzaron a explicar algunos de los temas polémicos ante los elevados costos que pagará el erario -federal y estatal- por la realización de 13 partidos del Mundial en México.
DE ENTRADA le han echado la culpa al pasado barriéndose directamente sobre la pierna de Enrique Peña Nieto, alegando que los contratos con la FIFA se firmaron durante esa administración.
Y ESO ES CIERTO, pero… ¿por qué el gobierno morenista no dijo nada cuando supo del asunto? Pero hay un tema central que tiene que ver con la transparencia de los convenios que deben ser públicos. Más vale que se pongan en vitrina de cristal esos temas y no pasar subrepticiamente una costosa factura a la ciudadanía en medio del festejo de los goles.
EN EL ESTADO de Guerrero el crimen organizado acaba de elevar el desafío contra el gobierno federal: capturó a un elemento de la Guardia Nacional, lo torturó, lo mató de cruel manera y dejó el cadáver tirado donde pudieran encontrarlo camino a Acapulco. Y para que no quedaran dudas, a su alrededor dejaron cartulinas con varios mensajes para advertirle a las autoridades… ¡que no se metan en su territorio!
MIENTRAS LA SOCIEDAD miraba atenta a lo que pasaba en Michoacán y aplaudía los primeros resultados del operativo federal, en la entidad que gobierna Evelyn Salgado, la pesadilla seguía.
EL ASUNTO es especialmente delicado porque no se trata de un militar caído en combate, sino de un integrante de la Guardia Nacional específicamente seleccionado para portar un sangriento mensaje. Habrá que esperar la respuesta de las Fuerzas Armadas, pero después de esto el gobierno federal no puede seguir haciendo como si no pasara nada en Guerrero.
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