León.- Sin banca no hay paraíso, así de simple.
Se sabía que el León no contaría con JJ Macías para la Final desde hace mucho tiempo y por ello Nacho Ambriz invirtió en darle minutos a Rubens Sambueza.
Lo que no se tenía previsto era la expulsión de “Sambu” en la semifinal ante América, misma que vino a tumbar la idea del domador. De haberlo sabido, le hubiera dado minutos a un Vinicio Angulo que en la Ida contra Tigres fue un hombre menos para la Fiera.

Tigres aprovechó la que tuvo y generó la sensación de peligro en otras más, tan es así que se quedó corto en goles jugando como local en su casa.
Para el León, el 1-0 en contra lo mantiene vivo pues tendrá la oportunidad de definir en el cubil, de jugársela el todo por el todo, con intensidad y dinamismo. La encomienda para Ambriz es regresarle a su fiera esas cualidades que demostró tener en el torneo y que ahora se han escondido, esto al menos en los últimos tres partidos.
La mínima desventaja en esta Final no preocupa tanto como la falta de gol en Ángel Mena o la inexactitud con la que juega Fernando Navarro, por ejemplo.

Suena complicada la remontada teniendo enfrente a un equipo con la firma del Tuca Ferretti, pero tampoco podemos ni debemos dar por muerta a una Fiera que bajó de las nubes récords que parecían inalcanzables.
Esto es una Final y hay que jugarla como tal.