Le llamaron loca porque se levantaba a las cuatro de la mañana a dar vueltas a la cuadra de su hogar; la gente se reía de ella por usar shorts a los 60 años que se inició en el deporte, cuando su hija Ariadna le descubrió su potencial para competir y la animó a ser parte de las justas domingueras, sin imaginar que se convertiría en multimedallista internacional y nacional.
Se trata de Ana María Ortiz Trápala una atleta excepcional quien, por un problema de la garganta, estaba constantemente afónica, padecía de frío y la constipación no la dejaba respirar, ni dormi. Una otorrinolaringóloga le sugirió caminar, fue su cura y también le ha dado el orgullo de poner el nombre de Tulancingo, de Hidalgo y de la República Mexicana por todo lo alto.
Docente de primaria jubilada: “Trabajo es que me colgué la primera medalla (ahora tiene docenas preseas, incluso una de plata); me sentí muy bien, así empecé pensando en mi salud, pero también para ganar”.
Su hija profesora en educación física le dio las primeras indicaciones para entrenar, después Ana María se convirtió en su propia entrenadora, hizo varios cursos y tiene carnet de la Conade: “Me dijo que usara shorts y tuve malas críticas, las mamás de mis alumnos me decían que si no me daba pena enseñar las piernas, lloraba, ya no quería seguir, fue hace más de 25 años”.

Su edad, se inició en la categoría de veteranas y su talento la llevó a justas nacionales clasificatorias para mundiales: “Necesitaba recurso, nunca he tenido apoyo de nadie, ni para un chicle para que no se me tapen los oídos en el avión, en mi municipio y en Hidalgo me han ignorado”.
La profesora ha usado préstamos y sueldo a disposición de su carrera deportiva, para asistir a los mundiales iniciando en Brasil en 2003. “El avión me daba miedo, luego al llegar y verme con las mejores del mundo, italianas, francesas, fue una gran impresión”; se trajo medallas de oro 20 kilómetros marcha, tres platas en 5 y 10 kilómetros marcha y 10 kilómetros planos.
Se inició como corredora, pero tuvo que cambiar a la caminata por su columna: “Me tuve que preparar muchísimo, tomar cursos, porque la marcha lleva una técnica y si no la haces te descalifican”.
La atleta de alto rendimiento ha competido en Francia, Costa, Rica, Panamá, Toronto, entre otros países, de México sólo le falta ir a 12 estados a justas, en todos ha subido al podio; en ningún caso Anita ha recibido apoyo ni de la Federación Mexicana de Atletismo, Conade o gobierno.
Ortiz Trápala ya perdió la cuenta de victorias, pero ha recibido de estados como Zacatecas, Yucatán, Jalisco y Aguascalientes reconocimientos, y en Guanajuato le pidieron competir representando a ese estado con todo pagado, no obstante, declinó la invitación por la gran querencia que le tiene a la tierra que la vio nacer: “Soy orgullosamente hidalguense”, afirma mientras su voz se quiebra por el llanto.
“Últimamente he ido a León, Aguascalientes, acabo de llegar de Metepec del Estado de México”, mientras recuerda cómo la actriz Paty Bernal le regaló onzas de plata tras quedar impresionada de su forma de competir, Anita, recuerda cómo ha competido 10 kilómetros en Zacatecas a cinco grados bajo cero y 10 kilómetros en Ixtapa Zihuatanejo a 45 grados, dos extremos que pudo superar y ganar.
En 2018 regreso de Málaga, España cargada de medallas, fue a festejar sus 80 años, no le gusta hablar de edad, así es que deja que la gente sume, “fue hermoso”, destacando con oro 5k, 10K y 20K, así como plata 6K campo traviesa y otra plata más en medio maratón en que hizo tres horas; que le valió que los medios de comunicación la entrevistaran.
Agradecida con Dios, amistades, familia, a su hija Ariana Vite Ortiz, quien falleció hace unos años y la recuerda con gran amor: “Me decía mamá no olvides que eres una guerrera, tu síguele, en su honor estoy en cada competencia, el ejercicio es salud que los jóvenes dejen las drogas, los viejitos la taravisión y se pongan hacer deporte”, dice Anita mientras se prepara para que en unas semanas vaya a una competencia más.