Mañana será la edición 36 del Festival de la Paella, organizada por el Club Rotario de León. Los rotarios nacieron en León, en 1928, según documentaba, quien fuera cronista de la ciudad, Carlos Arturo Navarro y un gran rotario, surgido con la idea de formar un club que además de congregarlos en eventos sociales, hiciera algo en beneficio de la ciudad (dos años antes la ciudad había sufrido una gran inundación). Y según evidencias, en los salones del Casino de León, fue celebrada la fundación del Club Rotario de León, formalizándose en el salón Rojo del Hotel Francés. Eran tiempos de la guerra cristera y este grupo de pioneros hizo crecer el club y ya para en 1954, siendo presidente del club don Alfonso Villaseñor, se organizó el primer Baile del Cotillón con las hijas e hijos de los mismos socios rotarios.
En 1964 organizaron la primera Romería de la Raza en la Deportiva “Enrique Fernández Martínez” cuando era presidente el querido Pepe Serra, evento cuyos remanentes se aplican en obras sociales de la ciudad y que congrega a las colonias de extranjeros.
El Club Rotario de León en su historia ha contribuido a cantidad de obras buenas: edificar escuelas, crear el Instituto de Rehabilitación y Educación Especial, construir las nuevas instalaciones de la Cruz Roja, ayudar a asilos y casas hogar, equipar hospitales, otorgar becas, regalar despensas, prótesis, sillas de ruedas.
Los clubes rotarios reúnen a personas de distintas generaciones que desean generar un cambio positivo en el mundo, en sus comunidades y en ellos mismos. Los socios de los clubes rotarios de todo el mundo fortalecen sus vínculos con amigos y vecinos tomando acción a través del servicio. Su símbolo es el cubo de una rueda, que representa a Rotary como una “fuerza viva”, nacida en los años veinte del siglo pasado. El afiliarse a un club Rotario permite desarrollar oportunidades, como el liderazgo, el hablar en público, gestionar proyectos, convivir con juegos de mesa y planear eventos sociales, así como enlazar amistades con personas comprometidas con su entorno social.
Invito a participar en el Festival de la Paella, organizado por el Club Rotario de León, considerado el más importante de la ciudad, formado por gente noble que convive en sus instalaciones de la calle Oaxaca, en un ambiente de camaradería y reflexión que gozamos los martes en su sede en la Arbide. Será mañana domingo 23 de noviembre a partir de la 1 de la tarde, amenizado por José Julián en vivo. Agradecido con los rotarios por considerar a Ciudad del Niño Don Bosco entre los beneficiarios de los ingresos del Festival. Gracias siempre porque ellos promueven la paz, atienden enfermedades, ayudan con obras de agua potable y rehabilitan escuelas, ayudando a quienes menos tienen.
Nuestro sufrido País no revienta gracias a la cantidad de personas e instituciones, que forman redes, grupos, asociaciones, para tener unión, mayor fuerza de propósitos. En la sociedad local, se forman por motivos como el deporte, ser ex alumnos de una escuela, ser vecinos de una colonia, compartir una religión o cuántos más. Reconozco siempre a los rotarios leoneses, club filantrópico y de ayuda mutua originario de los Estados Unidos. Estos grupos de amistad enfocados a causas comunes, son indispensables en México. Rotarios siendo una entidad internacional fomenta la solidaridad internacional; ayuda a los buenos estudiantes y recibe a oradores huéspedes en sus comidas, que aportan puntos de vista enriquecedores para seguir creciendo en la participación enorme que tienen los rotarios donde estén ubicados.
Celebro como muchos, que rotarios León tenga este nuevo ciclo para seguir haciendo el bien por la ciudad. Nos vemos en el Festival, en el stand de Ciudad del Niño Don Bosco, la paella cocinada por el cheff Pedro Guzmán quien trabajará gratuitamente y por Jasón Maldonado exalumno de Ciudad del Niño y quienes estaremos junto a ellos, aprendiendo y saboreando la paella que les ofreceremos, para recaudar fondos para esta causa noble de los internados salesianos. Allá nos vemos.