León, Guanajuato.- “La vimos muy cerquita”, dijo el  empresario leonés Fernando García López, quien viajaba en el vuelo 2044 de Viva Aerobus procedente Cancún, ya que tras dos intentos no pudo aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Guanajuato por la tormenta eléctrica registrada el pasado martes 23 de agosto.

Relató que lo que fue un viaje tranquilo que inició a las 5.30 de la tarde, en el aeropuerto Internacional de Cancún se convirtió en un infierno para más de 200 pasajeros que viajaban a bordo de la nave, la mayoría niños que habían ido de vacaciones a la playa.

“Estamos bien espantados. Salimos a las 5.20 de la tarde de Cancún, en el vuelo 2044 de Viva Aerobus y debido a la tormenta eléctrica no pudimos aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Guanajuato, se tuvo dos intentos y finalmente aterrizamos en el Aeropuerto de Querétaro”, señaló.

Señaló que el viaje transcurrió sin contratiempos y que al filo de las 8 de la noche el piloto les aviso que se preparan para aterrizar, pero les advirtió que había turbulencia.

El avión comenzó a descender a la pista y al bajar comenzó a vibrar muy feo; antes de tocar pista aceleró motores para subir de nuevo; anduvimos sobre la ciudad de León unos 20 minutos y ya todos estábamos asustados, porque no sabíamos bien qué pasaba”, relató el organizador de la Feria del Caballo en León, así como un conocido aficionado taurino.

Dos intentos y a Querétaro

“Luego de volar sobre Silao durante unos 25 minutos, el  piloto hizo un segundo intento de bajar. Cuando cruzamos las nubes veíamos por la ventanillas relámpagos y rayos que iluminaban el interior del avión y la tormenta”. 

Cuando íbamos descendiendo para tomar la pista, nuevamente el avión vibró con fuerza, el piloto aceleró y subimos de nuevo en casi 45 grados, yo escuché que un motor dejó de funcionar, pero ya todo era pánico. Sí pensé que íbamos a morir”, añade Fernando.

El piloto volvió a tomar el control de la aeronave cuya matricula es XA-VAU y a cobrar altura. Abajo quedaba la tormenta.

“Mientras nos dábamos ánimos unos a otros y pasó una media hora y por fin descendió el avión. Cuando se paró el piloto nos comentó que había tenido que aterrizar en el aeropuerto de Querétaro porque en el de Guanajuato había tormenta eléctrica y se habían abortado dos intentos”, añade Fernando García, aún consternado.

Mejor por carretera

La tripulación del avión les comentó que los pasajeros que quisieran podrían esperar un vuelo al aeropuerto de Guanajuato, “pero tras el sustote, la mayoría preferimos regresarnos a León por carretera”.

García López dijo que nunca había tenido una experiencia tan difícil.

“Venían familias de diversos municipios de Guanajuato, de Jalisco y todo fue un caos porque pensamos que el avión se iba a accidentar en la tormenta. Gracias a Dios aquí estamos y comentar esta anécdota”.

Las autoridades aeronáuticas no informaron del problema pese a que había familiares de los pasajeros esperando en el aeropuerto de Guanajuato.

Viví la peor experiencia de mi vida, somos tan vulnerables que por eso es importante siempre hacer el bien y vivir honestamente y dejar huella con nuestros actos porque en un segundo se nos puede ir la vida”, señaló Fernando.

Este miércoles tuvo que acudir al médico, pues señala que el susto fue grande para todos los que viajaban en ese vuelo.

“Gracias a Dios pudimos aterrizar en Querétaro con  bien. El avión venía lleno, más de 200 pasajeros. Sí estábamos muy asustados y entre todos tratamos de calmarnos, porque los niños lloraban y se escuchaban gritos, rezos, pero salimos bien”, añadió.

LEE ADEMÁS: Rechazan diputadas panistas realizar foro sobre violencia vicaria

Colapsa drenaje sanitario en Parque Piel

RAA