Deportaciones nocturnas son un peligro: Recibe Guanajuato a miles de deportados
Con dos mil 349 eventos de deportación de niños y adolescentes de 11 a 17 años desde Estados Unidos en 2024, Guanajuato se ubicó en el tercer lugar a nivel nacional con más deportaciones de esta población.
Con información de Fernando Martínez, Edith Reyes y José Trinidad Méndez Valadez.
Guanajuato.- Durante los últimos tres años, en promedio, cada año, Guanajuato reportó más de 14 mil 500 eventos de deportación o repatriación desde Estados Unidos.
Con 14 mil 730 casos registrados en 2024, Guanajuato se ubicó en el sexto lugar a nivel nacional en eventos de deportación.
En primer lugar está Chiapas con 19 mil 859; en segundo, Guerrero con 18 mil 135; en tercero; Oaxaca con 15 mil 912 y Puebla con 15 mil 782.
Con dos mil 349 eventos de deportación de niños y adolescentes de 11 a 17 años desde Estados Unidos en 2024, Guanajuato se ubicó en el tercer lugar a nivel nacional con más deportaciones de esta población.
Lo anterior según estadísticas del Boletín Mensual de Estadísticas Migratorias publicado por la Secretaría de Gobernación del Gobierno Federal, en el que se precisó que mil 821 se deportaron acompañados, mientras que 528 fueron no acompañados.
También se informó que en todo el país, durante el año pasado se registraron 30 mil 320 eventos de deportación de menores de entre 11 y 17 años desde EU.
Las entidades con el mayor número de eventos de deportación de menores son: Chiapas, (3,259), Guerrero (2,676), Guanajuato (2,349), Tamaulipas (2,285) y Chihuahua (2,093).
Arriesgan a migrantes al regresarlos de noche
Lolita Aviña, migrante guanajuatense en San Antonio, Texas, fundadora y presidenta de la Asociación Guanajuatense del Estado de Texas, manifestó que urge que el Gobierno de México se coordine con las autoridades de Estados Unidos para que las deportaciones no se hagan de noche o en la madrugada.
Esto debido a que se han empezado a reportar secuestros de personas deportadas tras la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, señaló en entrevista con AM.
Definitivamente habrá más deportaciones, el ambiente sigue muy tenso por todas las detenciones, dicen que solo van por aquellos que tiene algún antecedente, pero no es así, están deportando de parejo.
"Están deportando a muchas personas a horas de la madrugada y en ese horario muchos de los deportados corren peligro porque personas del crimen organizado están ahí esperándolos y si no hay esa coordinación y vigilancia las 24 horas en los puentes, ese es otro problema que se está dando, se están empezando a reportar secuestros de personas deportadas", advirtió.
Referente a los menores de edad deportados, señaló que esta población se ve obligada a dejar su ciudad o comunidad por la violencia y los grupos del crimen organizado buscan a los niños y adolescentes para reclutarlos.
"Es un tema muy complejo, se deben atender las causas y seguir trabajando para que los adolescentes no se sientan amenazados y con necesidad de dejar el estado. Es lamentable que no se haya revisado el panorama de forma completa antes de que la gobernadora (Libia García Muñoz Ledo) decidiera desaparecer la Secretaría del Migrante.
Recientemente me buscó una persona de uno de los Apaseos, su sobrino huyó del estado porque estaba siendo acosado por el crimen organizado, sus padres decidieron mandarlo a Estados Unidos, pero como menor de edad está teniendo dificultad para conseguir documentos de identidad", lamentó.
Implementan Plan de Retorno Asistido

Este viernes la Secretaría de Derechos Humanos del Gobierno del Estado publicó en sus redes sociales el caso del guanajuatense Pedro Armando López Espinoza, quien vivía en Texas y fue deportado.
La dependencia informó que a través del Plan de Retorno Asistido para Personas Migrantes, el gobierno estatal apoya a los migrantes deportados para reincorporarse a la dinámica social y económica de Guanajuato.
A Pedro se le apoyará con la compra de herramientas ya que es carpintero y quiere iniciar un negocio en Romita, su municipio de origen; también se apoyará a su esposa para tramitar la doble nacionalidad en la Oficina Enlace de San Antonio, Texas.
El Plan de Retorno Asistido para Personas Migrantes se puede consultar en la página: https://migrantequiero.guanajuato.gob.mx/.
Deja esposa y dos hijos
Hace tres años, debido a una falta de reglamento de tránsito, Pedro Martínez Negrete fue deportado de Estados Unidos, donde había vivido por 20 años.
Vivía en Fort Worth, Texas, con su esposa y sus dos hijos, los tres ciudadanos estadounidenses
Cuando él se regresó, su familia se quedó allá.
A veces uno no entiende las reglas de Estados Unidos, son diferentes reglas que aquí en México, hay que empezar aquí, echarle ganas y buscar un trabajo; aquí ya tengo poquito más de 3 años viviendo en Irapuato”, dijo Pedro Martínez.
Estaba acostumbrado a un ritmo de vida diferente, pero también encuentra consuelo en saber que sus hijos no pasarán por una situación así, al haber nacido en Estados Unidos.
Ahora Pedro trabaja en el área de Limpia del Municipio, extraña cosas y lugares de aquel país pero sobre todo a sus hijos, solo habla con ellos por teléfono porque no les gusta viajar a México y no lo han visitado.
Tengo que echarle ganas, uno pierde familia, pierde casa, automáticamente pierdes todo… ya me divorcié de la mamá de mis hijos, pero mis hijos gracias a Dios nacieron allá, a ellos no me los deportan”, afirmó.
Aunque Pedro extraña lugares, familia y costumbres adquiridas por 20 años, por la deportación solamente le queda continuar con la vida en México.
“Hay bonitos recuerdos, (Estados Unidos) es un país que te da la oportunidad de salir adelante, te apoya, te ayuda, pero ya con el paso del tiempo, con los días y las semanas se me va olvidando eso”, concluyó Pedro.
Emigra de niño a EU, lo echan 30 años después
“De niño me llevaron y ahora me echaron”, platicó Jonathan Salas, quien vivía en Texas y fue deportado.
Jonathan dijo que tenía casi 30 años en Texas, sus papás migrantes se lo llevaron de niño pero nunca pudo arreglar su estatus migratorio.
Me agarraron manejando, yo allá era chofer y me echaron, me vine a México y una conocida me está dejando vivir en su casa, quiero trabajar pero apenas estoy arreglando mi documentación porque ni credencial ni nada tengo de México”, platicó Jonathan, quien nunca imaginó que sería deportado, con toda una vida en Estados Unidos.
Ante la situación de deportaciones que implementó el Gobierno de Estados Unidos, a principios de febrero el Gobierno del Estado de Guanajuato activó el plan “Migrante quiero”, con atención a la comunidad guanajuatense en las cuatro casas de enlace; atención a los guanajuatenses deportados en las fronteras, y programas en las comunidades de origen de los migrantes en Guanajuato.
Actualmente, en Estados Unidos, hay un millón 200 mil guanajuatenses, principalmente en Texas, Arizona, Chicago y California.
Con el programa se ayudará a que los migrantes deportados puedan tener su documentación y también se les ayuda a que se coloquen en el ámbito laboral en el estado.
Jonathan ya está recibiendo asesoría del Gobierno del Estado que le ha brindado apoyo con gestionar su credencial de elector, tramitar su certificación del idioma inglés y vinculación con la bolsa de trabajo, ya que tiene experiencia como operador de transporte pesado.
Para su credencial se le está gestionando la cita para su INE, y se le referirá a IECA, EducateK o con la Dirección de Economía del municipio de León para poder generar su certificado del idioma inglés; también hay trámites en la Dirección de Economía para entrar a la bolsa de trabajo..
Tienen miedo
Migrantes mexicanos que radican en Chicago o Florida platicaron que se siente el temor y se nota principalmente con ausencias laborales.
Walmart y Costco, que siempre están llenísimas, están solas. Lo que nos han recomendado es cargar con nuestra documentación a todos lados porque sí hay una persecución muy fuerte; yo soy residente, pero igual me da temor que me vayan a agarrar y que no traiga mis cosas o me encierren en lo que verifican mi estado migratorio, es muy triste ver que han ido por gente hasta a sus casas y pierden todo y los botan como si fueran delincuentes”, dijo Elena García, residente de Chicago.
Pega a economía de comunidades

En las comunidades Duarte, Loza de los Padres y La Laborcita, las plazoletas y calles lucen vacías y con poco movimiento, aún cuando no se tiene registro de deportaciones, los familiares de los migrantes viven en incertidumbre, dado que los envíos de dinero han disminuido notablemente.
Se estima que el 80% de los migrantes de dichas comunidades se encuentran en Stockton, California, muchos de ellos indocumentados.
En Stockton se encuentran dos hermanos; Jacinto, uno de los hermanos, se fue en octubre con el sueño de ganar más dinero, pues aquí su sueldo era de mil 800 pesos a la semana; vendió un terrenito para dejarle algo a su esposa y pagarle al coyote, hasta la fecha no ha encontrado trabajo”, platicó Diego Rocha, vecino.
De acuerdo a lo que les comunica Jacinto, los migrantes buscaban trabajo en Estados Unidos fuera de tiendas como Walmart, pero luego de que Donald Trump anunció la deportaciones han tenido que esconderse.
“Mandan poco dinero, y eso se ve reflejado en las pocas ventas que hay en la comunidad; no hay compradores”, dijo Luis Soto, quien tiene un pequeño negocio en el tianguis que se instala los miércoles en Duarte.
Calles desiertas
A no más de 5 kilómetros de Duarte está la comunidad Loza de los Padres. Las calles también están desiertas.
Pasando las fiestas de Año Nuevo se van todos los norteños; este año vinieron pocos, solo los que tienen papeles. No se sabe que haya deportado en estos días, pero la realidad es que hay temor de los familiares de todos los que están allá como indocumentados”, señala Ernesto Andrade, vecino de la calle Principal.
En La Laborcita, la plaza y las calles también lucen desiertas. La mayoría de los pobladores se dedican a las labores agrícolas o son empleados de fábricas en el Puerto Interior.
“Sí hay gente que está en el norte, pero no se tiene aún reporte de deportados en forma masiva, por lo menos en esta comunidad; sí se ve reflejada la política que hay de Estados Unidos contra los indocumentados, porque se ha enviado menos dinero a los familiares”, señaló Antonia López, propietaria de una pequeña tienda de abarrotes.
El sueño se convierte en pesadilla

Para Isaías Rocha, un joven jornalero de la comunidad Las Coloradas, el sueño americano se convirtió en una pesadilla cuando fue deportado por Tijuana.
Consiguió un apoyo del Gobierno Federal de mil pesos para viajar en camión, le tomó tres días regresar a su comunidad, donde lo esperaba su esposa y dos hijos.
Me fui en septiembre, sin papeles. Vendí un lote que tenía por el rumbo de Aguas Buenas, le dejé algo de dinero a mi esposa y volé del aeropuerto de Guanajuato hasta Tijuana; ahí el coyote me cobró 4 mil dólares, pero ese mismo día ya estaba en San Isidro, California”, recuerda.
Sólo duró dos meses trabajando en el área de la construcción, pues en diciembre se acabó el trabajo, por fin de año, y en enero comenzaron las deportaciones.
Antes de irse, ganaba mil 800 pesos como jornalero en el campo, aseguró que en California ganaba hasta 300 dólares en un día, unos seis mil pesos, pero el sueño duró poco.
Cuando pude le mandaba 100 dólares por semana a mi esposa; luego ya sólo tenía para pagar el alquiler del cuarto donde vivíamos hasta ocho amigos, más alimentos; ganas en dólares, pero también gastas en dólares”, señaló.
Hace dos semanas, mientras se encontraba buscando trabajo en una plaza comercial de San Isidro, junto con otros compañeros fue detenido y deportado de inmediato a Tijuana.
“Nos tratan como delincuentes; hay quienes ya no pudieron despedirse de su esposa e hijos, que se quedaron allá; los separaron, pero esperemos que pronto pase esta pesadilla y voy a volver a intentar irme, pues aquí pagan muy poco”, dijo.
No quiere volver

Kevin Pavón es hondureño y tiene 27 años, la semana pasada fue deportado de Laredo, Texas, a la ciudad de México, y dice que a pesar del calvario que vivió, intentará nuevamente cruzar la frontera.
En la esquina de Valtierra y Morelos, visiblemente fatigado, pide ayuda económica.
Ya estaba en Estados Unidos, pero la Policía me detuvo y nos mandaron en avión hasta México; ahí se acabaron los sueños que tenía de tener un buen trabajo para darle una mejor vida a mi familia, por eso intentaré nuevamente regresar, sé que el camino es largo y lleno de peligros pero no voy a regresar a Honduras”, señaló.
Reveló que la situación es muy complicada en la frontera, pero tiene la esperanza de ingresar nuevamente a territorio estadounidense.
“No somos delincuentes ni narcotraficantes, somos personas que queremos trabajar dignamente”, añadió.
AAK
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