Reinan cisnes en el Teatro Bicentenario
El Ballet de Monterrey hila tres llenos en el Teatro del Bicentenario con "El lago de los cisnes" bajo la dirección de Luis Serrano.
Los cisnes siguen siendo los imbatibles reyes de la noche. Así lo demostró el Ballet de Monterrey con sus tres llenos este fin de semana en el Teatro del Bicentenario.
Convertida casi en el ballet de casa, la agrupación regiomontana dirigida por Luis Serrano llegó por tercera ocasión al moderno recinto de La Martinica e inició el viernes su ronda de funciones del clásico de clásicos, “El lago de los cisnes”.
Un lleno casi total el viernes, localidades agotadas el sábado y, al momento de redactar esta nota muy pocas disponibles para el domingo, dieron cuenta tanto de la popularidad de la obra de Marius Petipa, Lev Ivanov y Piotr Illich Tchaikowsky, como de la alta estima que goza el Ballet de Monterrey en León.
La bailarina regia Katia Carranza y la cubana Olivia Quintana se alternaron en el papel estelar de Odette, mientras que los cubanos Ernesto Mejica y Adrián Marrero, encarnaron a Sigfrido, para dar pie a la celebérrima historia de amor inspirada en una leyenda alemana.
Estrenado primero y sin mucho éxito por el ballet del Teatro Bolshoi en 1877, “El lago de los cisnes” recibió un segundo abordaje coreográfico por Marius Petipa y lev Ivanov en 1895, para convertirse en la obra popular que es ahora.
Como han hecho muchas compañías, Luis Serrano, director y coreógrafo del ballet regiomontano, acomoda los cuatro actos del ballet original en una escenificación de dos partes, manteniendo, eso sí, el estilo y narrativa de la coreografía original.
Aunque ciertamente los leoneses han visto muchas veces la historia de cómo el príncipe Sigfrido se enamora de una princesa encantada que se convierte en cisne, no siempre ha sido posible apreciarla con la calidad con que el Ballet de Monterrey la trajo al Teatro del Bicentenario con un elenco de más de 30 artistas.
Además de la solvencia de sus solistas, el espectáculo del conjunto norteño deslumbró con su producción, firmada por el escenógrafo Raúl Font y el vestuarista Marco Antonio Reyna, quien por ejemplo da una dimensión espectacular a Rothbart, el hechicero culpable de la transformación de Odette.
“El lago de los cisnes” del Ballet de Monterrey ofrece este domingo su última función, a las 18:00 horas, en el Teatro del Bicentenario.
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