El Sistema Penitenciario Nacional se ha ido perfeccionando en los últimos años; si bien cumple con reflejar un estatus de las prisiones, este también tiene un impacto positivo a fin de que sea un instrumento útil para determinar acciones de mejora en los centros de reinserción social, a efecto de garantizar el respeto de los derechos humanos de las personas internas.

En materia de derechos, “toda persona accede a la justicia, a la tutela judicial efectiva y al debido proceso, congruente con el sistema de justicia penal y acusatorio y oral”.

El contexto nacional es muy complicado, demandante, riesgoso y decisivo, pero esta reforma penal nos ha ofrecido mejoras esenciales en la impartición de justicia, con procesos  eficaces, transparentes, erradicación de la impunidad, respeto absoluto a los derechos humanos, investigaciones precisas, sanciones efectivas y reparación del daño por los delitos cometidos, entre muchas otras por mencionar.

Una de las ventajas del sistema es el control social que se ejerce a través de la publicidad, es decir que las audiencias son públicas y orales ante la presencia de jueces, defensores y fiscales, el equilibrio procesal entre las dos partes comienza a ser una realidad, con base a criterios legales de nuestras autoridades.

El reto ahora es, derribar el terrible muro que mantiene en prisión a inocentes, deja impunes miles de delitos y provoca frustración e impotencia en las víctimas.

450 Historias de León

Acompáñanos en un recorrido por la historia de León. Recibe en tu correo relatos sobre personajes, barrios, tradiciones y momentos clave, que celebran la identidad leonesa, en el marco de los 450 años de nuestra ciudad.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *