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La ciencia hoy

La atracción de mosquitos

En realidad las personas que comen mucho ajo para alejar mosquitos deberían de saber que con el ajo no logran este objetivo pero alcanzan uno insospechado que es el de alejar a otros seres humanos de ellas.

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La atracción de mosquitos

¿Por qué algunas personas atraen más la presencia de mosquitos que otras?  Este es un problema científico que no había tenido hasta ahora una respuesta clara. Algunos remedios caseros indican que el comer ajo ayuda a alejar la presencia de mosquitos. Se han realizado estudios rigurosos de esta afirmación efectuando experimentos en los que a algunas personas se les da a comer mucho ajo y a otras no, posteriormente ambos grupos de personas son introducidas a una sala repleta de mosquitos y finalmente se verifica qué grupo de personas atrajo más o menos a los mosquitos.  El resultado es que el ajo no hace ninguna diferencia. En realidad las personas que comen mucho ajo para alejar mosquitos deberían de saber que con el ajo no logran este objetivo pero alcanzan uno insospechado que es el de alejar a otros seres humanos de ellas.
El pasado 27 de octubre la revista Science Daily publicó el artículo “Why some people are mosquito magnets” (tr. ¿Por qué algunas personas son imanes para mosquitos?), realizado por investigadores de la Universidad de Rockefeller. Ellos encontraron que es imposible ocultarse de los mosquitos hembra pues ellos rastrearán nuestras exhalaciones de bióxido de carbono, nuestra temperatura y olor corporal.  Sin embargo, también es notable que algunas personas “actúan como imanes” y son picados en mayor cantidad que otras. Para explicar esto a lo largo de la historia se han propuesto infinidad de conjeturas basadas el tipo de sangre y nivel de azúcar en la misma, el consumo de ajo o de plátanos, el ser mujer y tener hijos, etc., sin embargo, muy pocas de estas conjeturas han sido estudiadas en detalle.
La doctora Leslie Vosshall, jefe del Laboratorio de Neuro Genética de la Universidad de Rochester decidió estudiar este problema con mayor detalle junto con su colaboradora la Dra. María Elena De Obaldía. Iniciaron revisando las propuestas más comunes vinculadas con las variaciones en el olor individual relacionado con la microbiota de la piel.
Anteriormente ellas habían demostrado en un estudio que los ácidos grasos que emanan de la piel crean un perfume irresistible para los mosquitos. Este trabajo lo publicación en la prestigiada revista “Cell” de la editorial Elsevier. Afirman que: “existe una muy fuerte relación entre tener grandes cantidades de estos ácidos grasos en la piel y convertirse en un imán de mosquitos”. El estudio se desarrolló durante un periodo de tres años en el que a voluntarios se le introducía en habitaciones con mosquitos “Aedes Aegypti”, que son el vector principal para la transmisión de enfermedades como Zika, dengue, fiebre amarilla y chikungunya.  Entre los sujetos participantes, dos de ellos con números de identificación 33 y 19, eran el que más atraía mosquitos y el que menos, respectivamente.  Sin embargo, la diferencia entre ambos era notable pues el sujeto 33 atraía cien veces más mosquitos (y más piquetes) que el sujeto 19. Esto motivó a realizar cuidados estudios de la piel para encontrar qué cosa contenía la piel de un sujeto que no estaba (o estaba en mucha diferente proporción) en la piel del otro sujeto.
Evidentemente las consecuencias financieras de este proyecto son enormes pues numerosos laboratorios químico-farmacéuticos del mundo desean comprar los resultados para elaborar repelentes de mosquitos más efectivos.
 

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