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En la Mira

El abogado feminicida

Hace una semana, Yrma Lydya aún estaba viva, llena de sueños y con gran futuro por delante

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El abogado feminicida

Hace una semana, Yrma Lydya aún estaba viva, llena de sueños y con gran futuro por delante; armada de coraje para enfrentar a su agresor y dar un giro a su vida terminó muerta de la manera más vil, a manos de quien fuera su esposo, un hombre que pensó tener total inmunidad para matarla en uno de los restaurantes más bulliciosos de la Ciudad de México.

¿Quién es ese personaje fantoche y mamón, presuntuoso y gangsteril que hoy podría terminar su vida en prisión?, ¿qué habitó en la cabeza de Jesús Hernández Alcocer para que pudiera sentirse tan poderoso y tan impune?, del grotesco sujeto, podría escribirse un libro entero, sin embargo, comparto con usted un par de anécdotas de personas que lo llegaron a tratar en algún punto de su vida.

En los 80, durante el sexenio de Miguel de la Madrid, el tipo comenzó a encumbrarse, fue un gran amigo de la familia de la entonces primera dama Paloma Cordero de la Madrid, donde hizo buenos negocios ligados a la venta de armas al gobierno, siempre bajo el cobijo del máximo poder.

En varias ocasiones era visto durante reuniones privadas con el entonces secretario de Gobernación, Manuel Bartlett, en el Palacio de Cobián, si había un asunto escabroso y complicado que resolver en tribunales o que requiriera de la venia del poder, Hernández Alcocer era el hombre a quien llamar para que mediante una jugosa suma de dinero, todo, absolutamente todo, podía transitar en ese México de palancas y arreglos chuecos. 

El abogado que ejercía sin cédula, resolvía todo mediante extorsiones y amenazas de muerte, pronto comenzó a ser útil para los más penosos asuntos de las clases encumbradas.

La otra anécdota viene de tiempos mucho más recientes, en 2019 un publirrelacionista que fue muy poderoso durante los tiempos de Ernesto Zedillo y gran amigo del feminicida, comenzó a gestionar diversas citas con él para representantes de empresas farmaceúticas, había toda una parafernalia para poder llegar al restaurante Winston Churchill a cenar con el “abogado”, que prometía contratos millonarios de medicamentos por su "cercanía familiar" con el secretario de Salud, Jorge Alcocer.

Las cenas se extendían hasta entrada la madrugada, Hernández no reparaba en gastos, desde vinos de alto valor hasta platillos que dejaba casi intactos, al final, la cuenta saldría de los bolsillos de sus "invitados". Nadie hizo negocios con él, bastaba un simple cruce de datos para saber que no había tales contactos y que todo se trataba de una estafa patética y barata, sin embargo, tampoco hubo quien denunciara.

Hernández Alcocer terminará su vida en prisión, se ve muy difícil que pueda salir a pesar del argumento de su edad, al menos uno de sus tantos crímenes no quedará en la total impunidad.

Una de cal… 

De Colofón

Hoy se corta el listón de una refinería incompleta, Dos Bocas solo funcionará en la imaginación de la 4T.Sin embargo, en el caso de la refinería de Salina Cruz, las cosas empiezan a apestar a corrupción, se quieren dar contratos millonarios a un contratista ligado al huachicol. Viene  la segunda parte en la historia de Juan Carlos Tapia.

Y todavía faltan 822 días para que termine el sexenio.

 

@LuisCardenasMX

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