Badiraguato, Sinaloa, fundado en 1621 como pueblo minero de la Sierra Madre Occidental, no llega a 4,000 habitantes. Y, sin embargo, ha sido cuna de personajes de grandes ambiciones:
Rubén Rocha Moya (1940). Ernesto Fonseca Carrillo (Don Neto,1939). Juan José Esparragoza Moreno (El Azul, 1948). Rafael Caro Quintero (1952). Joaquín Guzmán Loera (El Chapo, 1957).
Todos tienen página en la Wikipedia. El primero es gobernador de Sinaloa desde 2021. Los otros han destacado en el comercio internacional.
Como gobernador electo, Rocha respondió a la pregunta: “¿Y cómo se gobierna un estado con un cártel tan poderoso?” (el de Sinaloa). Se la hizo Salvador García Soto (El Universal, “Serpientes y Escaleras”, 12 de agosto de 2024):
“Pues, mira, Salvador, no nos hagamos pendejos. Aquí todo mundo sabe cómo está la cosa. Yo fui y hablé con ellos. Los conozco porque soy de Badiraguato. Y yo fui a pedirles su apoyo. Quien te diga que quiere gobernar Sinaloa y no tiene el visto bueno de ellos, te miente.”
Alejandro Gertz Manero (1939), como Rocha, tiene página en la Wikipedia, hizo carrera académica y llegó a rector (de la Universidad de las Américas en México; Rocha, de la Universidad Autónoma de Sinaloa). Ambos han publicado libros, pasaron al
poder político y han sabido adaptarse a las circunstancias. Gertz estuvo en los gabinetes presidenciales de Vicente Fox, Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum. Quizá llegó a creerse omnipotente. El más llamativo de sus abusos fue meter a la cárcel a una parienta suya, como venganza por supuestos agravios a su hermano enfermo. También llamativa fue su presión sobre el Conacyt hasta obtener un reconocimiento científico, a pesar de los plagios intelectuales que cometió, expuestos por Guillermo Sheridan. Se coronó como abusivo frente a la distinguida politóloga y crítica María Amparo Casar, intentando arrebatarle su pensión de viuda.
En el combate al crimen organizado fue una nulidad y hasta un estorbo por su dejadez.
Raúl Rocha Cantú (1970, sin parentesco con el otro Rocha), es un empresario de Monterrey, dueño de la casa de apuestas Casino Royale, tristemente célebre. Al parecer, se negó a pagar el “impuesto de piso” que le exigían Los Zetas (más de $100,000
semanales). Lo castigaron, destruyendo el casino con un incendio que mató de paso a más de 50 personas. Ahora es copropietario de la franquicia Miss Universe (que hace años fue de Donald Trump). Y no se mide. Acaba de imponer el triunfo de una mexicana presionando a los jurados, y hubo tres que prefirieron renunciar y denunciarlo, con escándalo internacional.
Adán Augusto López (1963), es un tabasqueño muy cercano a López Obrador, que lo nombró secretario de Gobernación en su presidencia. Hizo estudios de posgrado en la Universidad de París. Actualmente, encabeza a los senadores de Morena, después de una larga carrera legislativa y política. También fue gobernador de Tabasco y nombró como secretario de Seguridad y Protección Ciudadana a Hernán Bermúdez Requena, que aprovechó esa posición para formar el grupo criminal La Barredora (relacionado con el Cártel Jalisco Nueva Generación) y ahora está en la cárcel. El costo político para Adán Augusto López (que ahora dice no haberse dado cuenta) ha sido inmenso.
Como si fuera poco, se metió en otro escándalo: celebrar la aparición de Grandeza, el nuevo y voluminoso libro de Andrés Manuel López Obrador (632 páginas que exaltan el México prehispánico), enviándolo por cajas a todos los senadores de Morena, como regalo de Navidad, para que, a su vez, lo regalen.
Son 61 senadores en la bancada que recibieron 13 cajas de 20 ejemplares. Total: casi 16,000 ejemplares. El precio de venta al público es de $448, pero el descuento a los grandes distribuidores puede llegar al 70%, o sea un costo neto de, digamos, $135 al mayorista. Esto da una erogación total de unos $2.2 millones de pesos. ¿De dónde salió el dinero? No se sabe. Pero sería una pequeñez ponerse estrictos con tamaña grandeza.