León, Guanajuato.- La devoción y el fervor mariano se hicieron presentes este domingo por la noche en el Estadio Nou Camp. Miles de fieles se congregaron en la edición número 71 del Rosario Viviente en León. El evento se dedicó a la Virgen Santísima de la Luz, patrona de los leoneses.
El arzobispo Jaime Calderón Calderón estuvo presente. Monseñor participó en el rezo de las Letanías. Al final, dio su mensaje y agradeció a todos los participantes su trabajo y devoción.
El padre Roberto Guerrero Velázquez, coordinador del evento, estimó una asistencia de, por lo menos, 15 mil almas en el recinto deportivo. Al término del rosario, los fieles iluminaron el estadio con un manto de luz de las velas.
Sin embargo, se asegura que el evento fue visto por miles de personas a través de televisión y redes sociales.
A lo largo de 71 años se ha llevado a cabo el Rosario Viviente, el cual inició el padre jesuita Roberto Guerra. El evento se suspendió en forma presencial en 2020 debido a la pandemia. Se realizó de forma virtual durante dos años, y se reanudó de forma presencial en 2022.
El Rosario Viviente en León coincidió, por primera vez, con la Festividad de los Fieles Difuntos o Día de Muertos. El padre Roberto señaló que esto se debió al calendario del León.
La preparación del Rosario Viviente en León
Las puertas del estadio se abrieron desde las 5 de la tarde. Se esperaba la llegada de la procesión de fieles católicos. Ellos iniciaron su peregrinación desde el Arco de la Calzada. Manifestaron su fe y fervor mariano a través de oraciones y cánticos.
Este año también contó con la presencia de alumnos y personal docente del Instituto América. Ellos han participado con gran entusiasmo con pasajes bíblicos desde que se llevó a cabo el primer evento en el ya demolido estadio de la Martinica.
“La esperanza es la virtud que mantiene encendida la llama de la fe y nos anima a caminar sin perder de vista la grandeza de la meta a la que hemos sido llamados”, dijo el padre Roberto Guerrero.
Las hermanas de la Congregación de las Hijas Mínimas de María Inmaculada participan en la organización con mucho entusiasmo. Ellas son fundadoras del Instituto América y colaboran año con año.
Pedro Meza Lara participa en la coordinación de los cuadros desde hace más de cuatro décadas. Él coordina los cuadros escénicos y representaciones de los estudiantes del Instituto América.
Tengo ya 71 años y siempre me he entregado a este gran evento. Un acto de fe y esperanza. Han sido meses de ensayos y de preparación de los cuadros bíblicos”, señaló Pedro.
La religiosa Elizabeth Ramírez manifestó que luego de semanas de preparación se hizo posible esta edición del Rosario.
“Es muy emocionante participar en este tipo de eventos. Ver la fe y la entrega de tanta gente unidas en oración y esperanza”, añadió la hermana.
En el centro de la cancha se montó el escenario. Ahí estuvo la imagen peregrina de la Virgen María y el altar desde donde Monseñor Calderón Calderón dio su mensaje. Los fieles católicos solo estuvieron en las tribunas.
Hubo testimonio de personas víctimas de las drogas y que se regeneraron. Ellos exhortaron a los jóvenes a no engancharse a grupos criminales.
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