Después de 10 años, la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato (OSUG) se presentó en el Teatro Manuel Doblado de León. Y lo hizo nada menos que para celebrar el quinto aniversario del Campo Náutico del Instituto Oviedo, por lo que el coro de esta casa de estudios también participó en el concierto.

Con un aforo completo entre niños, padres de familia, maestros y directivos del Instituto Oviedo, el recientemente remodelado coloso del Centro Histórico, recibió nuevamente a la OSUG en un esfuerzo conjunto entre el colegio, el Instituto Cultural de León (ICL) y el Centro Cultural Sor Juana Inés de la Cruz. 

Entre los asistentes destacaron Mario Méndez, director del ICL; Gabriel Pérez Navarro, presidente del Consejo Directivo del ICL; Gabriela Arellano, consejera fundadora del Instituto Oviedo; Manuel Sánchez, consejero delegado de esta institución educativa y Mauricio Reyes, su director general. 

Como invitados especiales, asistieron el cónsul general de Japón en León, Katsumi Itagaki y Goshi Tsukamoto, cónsul honorario de Japón en León.

Antes de iniciar el concierto, el director titular de la OSUG, Roberto Beltrán- Zavala dio un mensaje a los presentes, en el que marcó como una fecha histórica su regreso al Teatro Manuel Doblado, después de 10 años de ausencia y aun más para interpretar su más reciente disco donde incluyen la Décima Sinfonía en Mi menor del compositor ruso Dimitri Shostakovic; justo en el marco del conflicto bélico del Kremlin contra Ucrania.

“Es una sinfonía que habla de guerra, hoy que después de 77 años desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, nadie se imaginaba que en 2022 íbamos de nuevo a tener otra vez un conflicto bélico en Europa [...] Espero que les invite a reflexionar sobre el valor de la paz”, refirió el maestro.

Por otra parte destacó la labor del Instituto Oviedo en la formación y promoción artística:

“(El Instituto Oviedo) es una institución única en el país; yo creo que no existe otra institución educativa en el país que invierta tanto en cultura, que tenga una oferta cultural y artística para sus alumnas y alumnos tan robusta, tan profusa y tan intensa”.

El coro del Instituto Oviedo, bajo la dirección de la maestra Edna Valles, interpretó una selección de canciones infantiles del compositor mexicano Silvestre Revueltas; los niños cantantes estuvieron acompañados por un cuarteto de cuerdas. Tras su presentación, se despidieron como solo ellos saben hacerlo: diciendo adiós con sus manos.

Posteriormente, el ensamble sinfónico de la Universidad de Guanajuato ejecutó Variaciones sobre un tema Original Op. 36 Enigma IX de Edward Elgar y Adagio para cuerdas Op. 11 de Samuel Barber. Acto seguido se dio paso al intermedio.

Luego de la pausa de 15 minutos y con la orquesta ya en pleno, la parte estelar de la noche tuvo lugar. El opus 93 de Shostakovich se estrenó en Leningrado el 17 de diciembre de 1953 tras el fallecimiento de Iósif Stalin; más que como una oda al dictador, como un símbolo de libertad.

Esta obra se compone de cuatro movimientos: Moderato, allegro, allegretto y andante. En general, posee un aura sombría, nostálgica, casi depresiva; a excepción del segundo movimiento en el que se refleja un retrato grotesco de Stalin por medio de la fiereza de la música.

Los músicos de la OSUG fueron despedidos entre ovaciones en su primer concierto de regreso en el centenario Teatro Manuel Doblado.

En entrevista, Mario Méndez, director del ICL comentó que fue un acontecimiento a resaltar este regreso de la orquesta más importante del estado.

“Para el ICL es muy importante darle cabida a la OSUG de manera presencial en un teatro habilitado, restablecido y adaptado para recibir públicos con discapacidad y con una mejora muy notoria en sus instalaciones”, subrayó.

Por otra parte, resaltó que la ciudadanía pudo disfrutar de manera gratuita el espectáculo gracias al Instituto Oviedo.