León, Guanajuato.- “La Dama de Negro” no solo regresó a León para celebrar 31 años de presentarse en México: regresó a aterrarlo en carne viva.
La función conmemorativa se vivió como esas noches que se guardan en la memoria del Teatro Manuel Doblado; esta vez, la presencia escalofriante de aquella mujer vestida de luto no se limitó al escenario: se dejó ver entre las butacas, merodeando, apareciendo y desapareciendo entre los pasillos del teatro, provocando gritos reales, manos a media boca y cuerpos tensos que volteaban sobre el hombro para confirmar si el terror de la ficción estaba, de hecho, caminando detrás.
Una historia que no pierde filo
Benjamín Rivero, como John Morris, y Rafael Perrín, como Arthur Kipps, reconstruyeron el caso que atormenta al protagonista desde su juventud, partiendo desde el juego teatral casi inocente del ensayo en un teatro viejo… pero llevándolo (como dicta la dramaturgia de Susan Hill y Stephen Mallatrat) hacia un territorio donde el humor nervioso se convierte en silencio absoluto, luego en respiraciones cortas y finalmente en ese terror helado que se instala en el pecho.
La campiña inglesa del siglo XX cobra vida sin necesidad de grandes recursos: basta la palabra, la sombra y el sonido de pasos aislados para que la imaginación haga el resto. Y León reaccionó como pocas plazas saben reaccionar: con miedo genuino.
Anuncian promoción
Tras el apagón final, la sala entera se levantó en ovación.
Rafael Perrín, emocionado, tomó el micrófono no solo para agradecer esa fidelidad que León ha tenido con él y con esta puesta en escena (prácticamente desde sus primeros años) sino también para reconocer al equipo técnico que, recordó, tuvo que sortear los bloqueos de campesinos hace apenas un par de días para poder llegar a tiempo a la función.
Como cierre, anunció una sorpresa comercial: promoción 2×1 para la obra que el actor y director traerá este miércoles 5 de noviembre, “Conversando con el Diablo,” en el que compartirá escenario con Ernesto Laguardia.
Gracias, León, por seguirnos y sostenernos estos 31 años”, lanzó Perrín.
Salieron entre murmullos. Varios asistentes confesaron que caminar hasta el estacionamiento les dio más miedo de lo habitual, y todo debido a lo vivido en el Manuel Doblado.
LCCR