Historia 003
Esta es la historia 003 de 450 que te contaremos sobre León
Antes de que el actual león del Arco de la Calzada se convirtiera en emblema definitivo de la ciudad, León tuvo otro guardián en lo alto de este monumento: uno hecho de ladrillo, varilla y mezcla. Fue construido en 1942 por el maestro albañil Daniel Herrera Jiménez, por encargo del empresario Francisco Lozornio Castillo.

Aquel león de mampostería, colocado mirando hacia la ciudad, daba la impresión de seguir con la mirada a los transeúntes. Durante 16 años permaneció en lo alto del Arco, vigilando el paso cotidiano de los leoneses.
El 16 de marzo de 1958, esta primera escultura fue retirada y trasladada primero al Parque Benito Juárez y posteriormente al Zoológico de León. Sin embargo, desde principios del siglo XX ya existía la inquietud de que el Arco contara con un león definitivo, digno del símbolo que representaba para la ciudad.

La iniciativa se concretó gracias al torero leonés Antonio Velázquez Martínez, quien nunca estuvo conforme con el león de mampostería. Organizó colectas, reunió benefactores y encargó al escultor Humberto Peraza Ojeda la realización de un león de bronce de tres metros de largo, sin contar la cola, con un costo de 45 mil pesos, una cifra considerable para su época.

La escultura fue realizada en la Ciudad de México y, durante su traslado a León, la cola se rompió accidentalmente. Un herrero local se encargó de repararla antes de que la pieza fuera colocada en la cima del Arco.

Hoy, este león de bronce corona el símbolo máximo de la ciudad. Aunque la imagen actual del Arco de la Calzada es la de una sólida estructura de cantera de estilo neoclásico, su origen fue modesto. En 1893, el ingeniero Pedro Tejada León construyó un arco provisional hecho de madera, cartón y yeso. El diseño gustó tanto entre los leoneses que en 1896 se inauguró el arco definitivo.


El Arco de la Calzada fue erigido como homenaje a don Miguel Hidalgo y Costilla y a los Hermanos Aldama. Mide 11.28 metros de altura y, en su cima, el león del Arco de la Calzada simboliza la fuerza, la dignidad y el carácter de la ciudad y de quienes la habitan.
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