León, Guanajuato.- José Cruz confía tanto en sus vecinos de la colonia Las Trojes, que jamás cerraba la puerta de su casa, pero todo cambió la noche del martes 18 de noviembre, cuando tuvo que hacerlo para no ver el linchamiento de un hombre.
Iba a comprar un refresco cuando vio a un joven meterse a su hogar y detrás de él un tumulto. El joven, identificado como Jesús, huía después de presuntamente intentar asaltar a un comerciante de la zona y balear a dos hombres. Su destino fue fatal, la gente enfurecida lo sacó de la casa de José y lo mató a golpes en plena calle.
La persecución y el linchamiento
A mitad de la cuadra, en la calle Juan de la Serna, está la casa de José Cruz Gutiérrez, que comparte con su esposa y su nieta. La noche del martes salió a la tienda y, como es su costumbre, dejó la puerta abierta.
Nunca cierro la puerta y sí me dicen ‘¿No tiene desconfianza?’ y les digo: No, mejor a ver qué me dejan”, contó sonriendo José Cruz a AM.
Recordó que sus vecinos pusieron música y varias parejas estaban bailando afuera de sus casas. En su trayecto, José vio cuando varios hombres perseguían a Jesús.
“Venía corre y corre el muchacho y gente detrás de él gritando ‘¡Agárrenlo, agárrenlo que es ratero!’, después se metió a mi casa, estaba mi esposa y mi nieta, y el muchacho le puso el seguro”, recordó. José sacó sus llaves y no logró abrir hasta que su esposa abrió por otro lado de su portón café.
Llegaron más de tres hombres y le pidieron permiso a José para entrar por Jesús. Mientras tanto, Jesús llegó al patio y trató de subir al tejabán que José puso para proteger la lavadora; pretendía huir por las azoteas.
Se le sumieron los pies en las láminas, se escondió junto a la lavadora y ahí lo agarraron (a golpes), pero les dije: ‘Aquí no’, lo sacaron. Yo cerré la puerta de mi casa y dije ‘Ahí se las arreglan’”.
Según testigos, los hombres golpearon a Jesús con muchas piedras, otros objetos y a patadas. Después llegaron elementos de la Policía y los atacantes se dispersaron. Llegó también una ambulancia, pero Jesús ya no tenía signos de vida. Murió junto a la llanta del Matiz plateado en el que diario José Cruz va a recoger a su nieta a la heladería en donde trabaja.
“Llegan los policías y yo les dije que yo no vi nada, porque yo cerré la puerta. No hubo disparos, yo vi muchas piedras. y después llegó una mujer, una familiar grite y grite que qué le habían hecho”.
“Aquí estaba muy tranquilo”

Otro vecino dijo a José que horas antes tres hombres se habían metido a robar a su casa. “Me dijo: ‘Uno de ellos es al que lincharon aquí’, pero yo no sé”.
AM acudió a Las Trojes para preguntar a los vecinos si tienen un problema de inseguridad y coincidieron que apenas comienza.
Otras colonias cercanas sí tienen esos problemas, hasta muertos cada tercer día, pero aquí estaba muy tranquilo hasta lo que pasó ayer que para mí estuvo bien, un culero (sic), menos ¿verdad?”, dijo sarcástico Eduardo.
Después del mediodía de ayer llegaron varios agentes de la Fiscalía General del Estado para platicar con los vecinos que fueron testigos del asesinato de Jesús. José Cruz y su nieta atendieron a una agente a unos metros del lugar donde murió Jesús. La joven estaba limpiando la sangre con cloro, una escoba y una cubeta verde.
La Fiscalía de Guanajuato informó la identidad de la víctima y el ingreso al hospital del dos heridos por arma de fuego, luego ya no dio más detalles.
AAK