Durante la Navidad, las calles de Pachuca permanecieron casi vacías, mientras que los cercanos pueblos mágicos apenas tenían espacio para miles de visitantes.
CORTINA ABAJO
La mayor parte de los comercios de la capital hidalguense permanecieron cerrados en el día de descanso obligatorio, incluyendo tortillerías, panaderías, cocinas económicas, tiendas de abarrotes, zapaterías y otros negocios. Prácticamente, las únicas opciones de compra eran los mercados y centros comerciales.
SIN ATASCOS VIALES
Eso originó que el tránsito vehicular fuera moderado, en tanto que las cortinas de los comercios permanecieran abajo.
ABRIGADOS PERO PASEANDO
En cambio, los pueblos mágicos de Real del Monte y Huasca se observaron pletóricos y a tope de vehículos y personas.
Los paseantes aprovecharon ese día de asueto para comer y pasear, soportando las bajas temperaturas de hasta 5 grados centígrados.
SIN SUFICIENTES CAJONES DE ESTACIONAMIENTO
En Real del Monte se hizo evidente una vez más la falta de estacionamiento público, ya que los conductores tenían que dar varias vueltas antes de encontrar lugar.
FILAS PARA COMER
En algunos restaurantes incluso hubo filas de comensales en espera de un lugar, lo que contrastó con las principales calles de la capital de Hidalgo, en donde por esta vez no hubo congestionamientos viales ni mares de gente.