Purísima del Rincón, Guanajuato.- Para José Guadalupe Cisneros Meza, integrante del Cuerpo de Bomberos de Purísima del Rincón, ser bombero no fue una decisión improvisada, sino un sueño que lo acompañó desde la infancia.
Hoy, a sus 27 años y con ocho dentro de la corporación, su historia refleja vocación, disciplina y una profunda sensibilidad por el servicio a la comunidad.
Desde mi niñez, siempre me llamó mucho la atención el ser bombero. Y el ver pasar los camiones o ver películas o juguetes de bomberos, pues siempre me llamó mucho la atención. Y siempre fue mi sueño ser bombero”, recordó.
Ese sueño encontró su primer camino durante la preparatoria. “Mi primer acercamiento fue por medio de la preparatoria. Ingresé para hacer mi servicio”, contó. Desde entonces, cuenta, la institución lo atrapó por completo: “Prácticamente me enamoré de la institución, del poder ayudar a las demás personas”.
Su preparación comenzó desde los primeros fines de semana dentro del cuerpo de emergencias.
Ahí en la institución nos capacitaban cada fin de semana, hacían una academia. Y de ahí poco a poco fue cuando me fui capacitando más, conociendo y practicando, metiéndome a cursos”, explicó.
Entre sus capacitaciones destacan: la Academia de Bomberos, rescate vehicular, primer respondiente, primeros auxilios y materiales peligrosos.
“Lupe” como lo conocen sus compañeros, compartió que su primera emergencia fue un incendio de pastizal.
Acababa de ingresar a bomberos y salió ese reporte… yo todavía no conocía de claves y todo eso, pero el operador me dijo: súbete, vamos a una emergencia”, relato José Guadalupe.
Con años de servicio, José recuerda que lo más duro del trabajo no son las llamas o las largas jornadas, sino las pérdidas humanas.
Lo más complicado para mí es cuando hay decesos de personas, que hay tragedias, que hay personas involucradas, fallecimientos… eso es lo más fuerte y muy doloroso también para uno”, mencionó.
Pero no todo es dolor, también hay momentos que alimentan el alma.
El agradecimiento de las personas… siempre es muy bonito cuando te dan las gracias. O por ejemplo, cuando desfilas y la gente te aplaude, es muy bonito. En ocasiones nos han llevado lonas o cartas de niños agradeciéndonos”, recordó.
Como en todo oficio de riesgo, la familia juega un papel importante.
Creo que sí se preocupan, más mi mamá. Es la que no le gusta. Pero dice: si a ti te gusta, pues adelante. Siempre está esa preocupación, pero también me motivan a echarle ganas”, dijo.
Además, reconoce que la labor implica sacrificios personales.
A veces nos la pasamos más estando ahí en la central… conviviendo con los compañeros, atendiendo emergencias, y a veces sí descuidamos un poco el estar con la familia”, expresó.
Hoy, José Guadalupe define su labor con emoción sincera.
Me llena de mucho orgullo, de mucha satisfacción. Me sigue emocionando estar dentro”, señaló.
En el futuro, se visualiza creciendo dentro de la corporación.
Mi sueño es ascender a un grado, ya sea un sargento… ascender de grado. Ahorita soy bombero de primera”, declaró.
Finalmente, abre la invitación a quienes sienten la vocación de servir.
Sí… invitaría a que se acercaran a nosotros. Ya una vez estando adentro, que vean si les interesa de verdad, porque hay mucha gente que entra pero ya cuando ven lo bueno ya no… pero, sí, sí, siempre invitamos a toda la gente que quiera ser bombero, que se acerquen con nosotros, siempre tenemos las puertas abiertas”, finalizo.
LF
Acompáñanos en un recorrido por la historia de León. Recibe en tu correo relatos sobre personajes, barrios, tradiciones y momentos clave, que celebran la identidad leonesa, en el marco de los 450 años de nuestra ciudad.