León.- Alfonso Gómez Velázquez, expresidente del Consejo Directivo del Zoológico de León, reconoció que existen diversos aspectos por mejorar en el recinto. Estas carencias fueron señaladas en un estudio realizado por el despacho Consoti a petición del Instituto Municipal de Planeación (Implan).
En entrevista con AM, el exdirectivo explicó que, con base en dicho diagnóstico, se elaboraron proyectos ejecutivos para corregir las fallas del Zoológico de León detectadas. Sin embargo, estas obras no se han ejecutado debido a la falta de suficiencia presupuestal.
“Estos proyectos ejecutivos ya están pagados, porque para hacer cualquier movimiento con dinero público se tiene que tener un proyecto ejecutivo aprobado. Se mandaron a hacer todos los proyectos de todas las jaulas, principalmente de los felinos, del elefante y del rinoceronte; fueron la prioridad”, detalló.
Fallas del Zoológico de León: Proyectos frenados por falta de recursos y burocracia
Gómez Velázquez señaló que, aunque los documentos técnicos están listos, falta el recurso para su aplicación. Reveló que buscó apoyo en la Secretaría de Medio Ambiente del Estado, pero los tiempos gubernamentales dificultaron la formalización.
“Le pedí varias veces una cita para formalizar y, como todo en el gobierno, los tiempos son diferentes; no tienen el esquema de rapidez. Es algo que está peleado con mucha gente de la burocracia”, sostuvo.
Ante las fallas del Zoológico de León que han derivado en una crisis reciente. El expresidente consideró que este momento debe servir como una “catarsis” para transformar el parque. Subrayó que la mejora depende de dos factores: recursos estatales y la profesionalización del personal operativo.
Respaldo estatal y presupuesto municipal
Esta postura coincide con lo expresado por la gobernadora Libia García Muñoz Ledo, quien aseguró que el Gobierno de la Gente coadyuvará con el Municipio para atender las recomendaciones y mejorar las condiciones del recinto.
Gómez destacó que, tras años sin inversión, fue hasta finales de 2021 cuando la administración de la alcaldesa Alejandra Gutiérrez Campos destinó recursos al parque. Gracias a esto se intentó recuperar el distintivo AZA (Asociación de Zoológicos y Acuarios), aunque faltaron siete puntos de los más de 70 requeridos.
Pese a las dificultades, resaltó hitos como la Pradera Guanajuatense y el incremento de visitantes, que pasó de 630 mil a un millón 100 mil personas anuales, impulsado por la estrategia Pásale Gratis los fines de semana.
Debate sobre eventos y seguridad animal
Respecto al evento Halloween Zoo, Gómez defendió su realización durante su gestión, asegurando que generaba ingresos de hasta 2.5 millones de pesos sin afectar a los ejemplares, pues se realizaba en zonas alejadas de los hábitats.
Sobre las recientes muertes de ejemplares, el exdirectivo lamentó los hechos ocurridos con los borregos, el pingüino, la hiena y el mono araña. No obstante, evitó juzgar a la organización solo por estos eventos, apostando por la corrección de los problemas estructurales.
Diagnóstico de riesgos desde 2022
El estudio del despacho Consoti, del cual AM tiene copia, advirtió desde hace dos años sobre cinco tipos de riesgos. Entre las principales fallas del Zoológico de León documentadas se encuentran cercas perimetrales vulnerables, falta de monitoreo y deterioro de infraestructura con materiales no aptos.
El informe alertó sobre la vulnerabilidad en barreras de algunos ejemplares y la ausencia de delimitación adecuada en zonas de riesgo para visitantes y personal.
Zoológico de León ignoró fallas desde 2022; ya había riesgos para visitantes y animales
El diagnóstico realizado por el despacho Consoti reveló un estado crítico en las barreras físicas del recinto, detectando múltiples huecos y parches en las bardas perimetrales de piedra. Estas aberturas, algunas de más de un metro de diámetro, son utilizadas por vecinos para ingresar ilegalmente al parque, lo que genera un peligro constante de robo de especies o escape de fauna, especialmente en la zona de safari.
En cuanto a la vigilancia tecnológica, el sistema de cámaras resultó insuficiente y poco funcional para un parque de tal magnitud. De los 50 dispositivos instalados, más de la mitad presentan fallas de conectividad que provocan que las imágenes se congelen o queden fuera de línea durante gran parte del día, limitando el monitoreo efectivo de las áreas comunes.
Una de las deficiencias administrativas más graves es la dependencia de una empresa externa para la videovigilancia. Al ser un servicio subcontratado, el zoológico no posee las especificaciones técnicas del equipo ni tiene la facultad de ajustar la visión o ubicación de las cámaras según sus necesidades, convirtiendo la supervisión en una herramienta ineficiente.
La vigilancia física también padece carencias importantes, pues cuenta con apenas 17 elementos operativos divididos en tres turnos. Este personal no tiene herramientas de comunicación oficial de largo alcance y se ve obligado a coordinarse mediante sus propios teléfonos celulares; si los empleados se quedan sin saldo, el parque queda incomunicado ante cualquier eventualidad.
Respecto a la capacidad de respuesta, el análisis evidenció una preocupante falta de protocolos formales para siniestros. El personal solo sabe reaccionar ante extravío de menores o escape de animales, pero carece de guías específicas para incendios u otras contingencias, dependiendo totalmente del conocimiento empírico de los guardias más experimentados.
Fallas del Zoológico de León
Los sistemas de alerta sonora y comunicación masiva presentan daños estructurales graves. Aunque existen 14 altavoces, su funcionamiento es deficiente debido a que roedores han mordido el cableado. Además, el recinto no dispone de un sistema de alarma general que permita dar instrucciones claras a los visitantes en caso de una emergencia inminente.
La seguridad del público se ve comprometida por una señalética de evacuación casi inexistente. Los consultores advirtieron que un visitante que no conozca a fondo el trazado del zoológico difícilmente podría localizar una salida rápida por sí mismo, ya que no hay indicadores suficientes que marquen las rutas de escape ante un siniestro.
Existen también fallas de diseño en los recintos de animales que facilitan un contacto peligroso. En el área de las águilas, las barreras de protección están situadas a menos de un metro de distancia, lo que permite que las aves alcancen a las personas. Del mismo modo, algunos miradores carecen de protecciones laterales adecuadas para evitar caídas.
La falta de iluminación en el parque, aunque justificada para no alterar el ciclo biológico de los animales, representa un riesgo operativo durante contingencias nocturnas. El informe señala que, si una persona o un menor no son localizados antes del anochecer, la oscuridad total del recinto entorpecería drásticamente las labores de búsqueda y rescate.
Finalmente, la auditoría concluyó que el Zoológico de León vive un descontrol generalizado que pone en riesgo a más de 200 mil visitantes anuales y a 1,300 animales. A pesar de la contundencia de estos hallazgos reportados desde 2022, las autoridades del parque han guardado silencio y no han aclarado qué medidas se han tomado para corregir estas vulnerabilidades.
Reabre Zoológico de León: Cumplen con Profepa y visitantes regresan confundidos
El Zoológico de León retomó sus actividades al público este sábado 20 de diciembre, tras permanecer clausurado durante dos días. Este cierre temporal fue una respuesta directa a las observaciones y exigencias de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa). El organismo intervino debido a una serie de incidentes críticos que pusieron en riesgo la vida de diversas especies en semanas previas.
Para cumplir con las normativas federales en un tiempo récord, se desplegó un operativo de emergencia conformado por 85 trabajadores pertenecientes a las direcciones de Obra Pública Municipal y Medio Ambiente. Estas cuadrillas se encargaron de ejecutar tres adecuaciones de infraestructura prioritarias, diseñadas específicamente para blindar la seguridad de los ejemplares y evitar nuevos percances.
La reapertura generó una mezcla de alivio y desconcierto entre los primeros visitantes, muchos de los cuales llegaron desde otros estados como San Luis Potosí. Aunque el flujo de personas fue moderado, los testimonios recabados por AM evidenciaron una falta de claridad informativa. Circulaban versiones contradictorias sobre la muerte de animales y la presencia de maquinaria pesada dentro del recinto.
Remodelación del Safari
Uno de los puntos clave de la remodelación se ubicó en la zona del Safari, donde el personal confirmó la instalación de un segundo cerco de contención alrededor del recinto de los leones africanos. Esta medida busca evitar tragedias como la ocurrida recientemente, cuando un avestruz logró saltar la barda perimetral original y cayó en el área de los felinos, perdiendo la vida en el acto.
Además de las barreras físicas, se informó sobre la expansión del recinto temporal destinado a los lobos canadienses. Esta adecuación se volvió urgente después de que estos animales lograran salir de su albergue provisional, un incidente que, según la administración del parque, se contuvo antes de que los lobos lograran tener contacto con las zonas de tránsito de visitantes.
La tercera intervención consistió en el reforzamiento de la zona este del zoológico mediante la instalación de un mayor número de trampas para animales ferales. Esta acción responde directamente al ataque de perros callejeros que lograron infiltrarse en el parque y terminaron con la vida de 24 borregos muflones, evidenciando graves vulnerabilidades en el perímetro colindante.
Instalaciones del ZooLeón en buen estado
A pesar del anuncio de estas mejoras, la administración del zoológico mantuvo una postura de discreción, restringiendo el acceso visual a ciertas áreas en remodelación. El departamento de comunicación argumentó que, por razones de seguridad personal y la proximidad con felinos peligrosos, no era posible constatar fotográficamente la expansión del recinto de los lobos ni las nuevas trampas.
Durante el primer día de actividades normales, los asistentes reportaron percibir las instalaciones en buen estado, aunque notaron una afluencia de público considerablemente baja. Algunos ciudadanos señalaron que la desinformación en redes sociales sobre el estado actual del parque aún persiste. Lo que ha generado que muchas personas duden en visitar el lugar por temor a encontrarlo cerrado.
El Secretario del Ayuntamiento, Pablo Arturo Elizondo Sierra, fue el encargado de oficializar que las observaciones de la autoridad federal fueron solventadas íntegramente. El funcionario destacó que el cumplimiento de estas normas permitió levantar la restricción de acceso. Asegurando que el parque cuenta ahora con mejores condiciones para garantizar la integridad de su colección faunística.
Finalmente, se reveló que el cierre preventivo del 18 de diciembre no solo fue administrativo, sino derivado de un juicio de amparo promovido por la asociación civil “Va por sus Derechos”. Esta presión legal obligó al municipio a acelerar las obras pendientes para evitar mayores sanciones y asegurar que el zoológico de León opere bajo estándares de seguridad más rigurosos.
AM