Ciudad de México.- Atento al anuncio del Premio Cervantes, más por su idílico vínculo con la lengua que por alguna ambición personal, Gonzalo Celorio escuchó con gran sorpresa que el laureado de este año no era otro sino él mismo.

Gonzalo Celorio es ganador del Premio Cervantes 2025, un reconocimiento que lo coloca entre las figuras más destacadas de las letras hispánicas contemporáneas.

Y aunque muy contento con lo que calificó como una “maravillosa noticia”, el escritor mexicano no ocultó el sobresalto que esto le provocó.

“La verdad, me ha abrumado un poco”, compartió Celorio (Ciudad de México, 1948) en entrevista tras conocer el fallo a su favor.

Porque es un reconocimiento muy importante, el más importante de la lengua castellana. Y en ese sentido, bueno, pues implica un reconocimiento realmente muy significativo”, prosiguió el director de la Academia Mexicana de la Lengua (AML).

“Sí me sorprendió y me llenó de satisfacción el que me hubieran llamado”.

Indiscutible ganador

Celorio se convirtió en el séptimo mexicano en obtener la mayor distinción de las letras en español —tras Octavio Paz (1981), Carlos Fuentes (1987), Sergio Pitol (2005), José Emilio Pacheco (2009), Elena Poniatowska (2013) y Fernando del Paso (2015)— “por la excepcional obra literaria y labor intelectual con la que ha contribuido de manera profunda y sostenida al enriquecimiento del idioma y de la cultura hispánica”, según valoró el jurado.

A lo largo de más de cinco décadas, ha consolidado una voz literaria de notable elegancia y hondura reflexiva en la que conjuga la lucidez crítica con una sensibilidad narrativa que explora los matices de la identidad, la educación sentimental y la pérdida”.

“Su obra es, al mismo tiempo, una memoria del México moderno y un espejo de la condición humana”, dio lectura al fallo Ernest Urtasum, Ministro de Cultura español.

“No es que haya sido una actitud deliberada o propositiva. Para mí, escribir es una forma de respirar; me resulta absolutamente natural y necesario. No puedo dejar de escribir un solo día. Es mi vocación más acendrada, más profunda, más rica”, dijo a REFORMA el nuevo Premio Cervantes, cuya candidatura postuló la UNAM.

Entre experiencias

Don Gonzalo Celorio, ganador del Premio Cervantes 2025, como lo ha nombrado Urtasum, tiene perfecta claridad respecto a dónde nació su enorme gusto por los libros: la recámara-biblioteca de su hermano Miguel, 22 años mayor que él.

El escritor, el penúltimo de 12 hermanos, recuerda que el arquitecto de profesión, académico y especialista en arte novohispano, mantuvo una relación muy paternal hacia él.

“Me citaba en su habitación para enseñarme algunas palabras muy rimbombantes para que yo las respondiera en el momento en que él me preguntara en público, generalmente delante de alguna de sus novias sucesivas”, rememora Celorio.

Para mí, eran ignotas, pero muy prestigiosas. Yo las soltaba en una retahíla de respuestas que me hacían ganar singularidad, afecto y reconocimiento. Y eso fue realmente muy estimulante en mi vida; creo que desde esa edad tan temprana supe que mi vocación estaba regida por la palabra”.

Celorio ha construido una obra que retrata los territorios íntimos y colectivos de México y de su propia biografía. Foto: Cortesía

Influencias: de Arreola al Boom Latinoamericano

De chico, la clase que siempre le gustó era aquella que entonces se llamaba Lengua Nacional, que compaginaba gramática con literatura. Y en ese hogar donde todo lo heredaba de una decena de hermanos mayores, por supuesto los libros también habían pasado siempre por otras manos.

Así que, en lugar de utilizar el libro de la lexicógrafa y lingüista de Rosario Gutiérrez Eskildsen que tenían en casa, con el que ya habían estudiado antes sus hermanos Eduardo, Jaime y Ricardo, el joven Gonzalo decidió gastar ése primer sueldo simbólico que ganó trabajando de office boy durante las vacaciones para comprar su propio ejemplar.

“Pude estampar por primera vez mi firma sin tener que borrar ninguna anterior”, relata. “Fue, efectivamente, el libro fundacional de mi biblioteca”.

Formado en Lengua y Literatura Españolas bajo la guía de figuras como Luis Rius, Ramón Xirau, Adolfo Sánchez Vázquez y Gloria Caballero en la UNAM, Celorio se considera discípulo del exilio español republicano.

Por otra parte, tuve también un gran maestro a quien quise mucho y que fue muy estimulante para mí, que fue Juan José Arreola”.

De la literatura cubana reconoce la influencia de autores como José Lezama Lima, Alejo Carpentier y Guillermo Cabrera Infante. Mas son los pertenecientes al Boom, comenzando por el argentino Julio Cortázar, a quienes refiere como las figuras tutelares con mayor incidencia en su obra.

“Siempre digo que mi vida está dividida en antes de J. C. y después de J. C.; es decir, antes y después de Julio Cortázar”.

Apunta quien ha compartido en un título como Mentideros de la memoria (2022) evocaciones de personajes como Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes y el propio autor de Rayuela.

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DMG

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